Según una reciente investigación, la pérdida de peso es mucho más beneficiosa para las personas que tienen realmente un exceso de peso que para las personas que ya son delgadas, pero quieren mejorar su aspecto.
El megaestudio, que incluyó un total de casi doscientas mil personas, concluyó que las personas con obesidad que perdieron peso presentaron un riesgo significativamente menor de diabetes tipo 2.
Por el contrario, cuando las personas delgadas intentaron perder peso, su riesgo de diabetes tipo 2 se incrementó.