El estrés y la ansiedad son términos que a veces se usan como sinónimos, y son reacciones emocionales que las personas suelen confundir.
Aunque están muy relacionados, porque ambos dan lugar a síntomas semejantes, e incluso pueden aparecer juntos, están separados por una débil línea que es importante saber evaluar si se desea establecer el mejor tratamiento posible.
Ambos pueden ser fenómenos adaptativos, siempre y cuando no se prolonguen en el tiempo ni compliquen la cotidianeidad de quienes los viven.