Cuando se trata de actividad física, todo ejercicio cuenta, sin importar a qué hora del día lo hagas.

Y para muchos, el mejor programa de ejercicios es el que les ayuda a moverse con más frecuencia y regularidad.

Pero hay muchas ventajas en comenzar el día con una actividad física adecuada: tendrás más energía, estarás de mejor humor y menos estresado, tendrás una mayor claridad de pensamiento y mejor atención; y lo que no es menos importante, estarás libre a la noche, sin tareas pendientes.

Ejercitación matutina

El ejercicio aeróbico puede aumentar tu tasa metabólica basal, que es la tasa a la que tu cuerpo quema calorías para mantenerse activo durante todo el día.

Si el ejercicio aumenta tu metabolismo, hacerlo por la mañana implica que estarás quemando más calorías durante el día, en todas tus actividades habituales.

En cambio, si dejas tu actividad física para la tarde o noche, tu metabolismo estará más elevado a la hora de descansar.

De manera que, si lo que estás buscando es perder peso, lo más adecuado sería realizar ejercicios por la mañana.

Además ya sabes que con el ejercicio tu cuerpo genera endorfinas, de modo que tendrás un día con una mayor sensación de bienestar y mejor humor.

Reciente investigación

Un estudio reciente, realizado por la Fundación Sueca de Diabetes y el Consejo Sueco de Investigación para las Ciencias del Deporte, demostró, en ratones, que el ejercicio al final de la mañana podría ser más efectivo que el ejercicio al final de la noche en términos de estimular el metabolismo y la quema de grasa.

Si bien los ratones son animales de hábitos nocturnos, por lo que su ciclo diario difiere del de los humanos, las fases observadas por los investigadores corresponden a la mañana y la tarde de una persona.

Lo que descubrieron los científicos que participaron en el estudio, fue que cuando los ratones realizaban actividad física durante la fase activa temprana, había una mayor expresión de los genes involucrados en la descomposición del tejido adiposo, la producción de calor (termogénesis) y la proliferación de mitocondrias, que indicaban una tasa metabólica más alta.

Si bien serían necesarios nuevos estudios, es importante lo que se desprende de los resultados de este estudio con ratones: el impacto del ejercicio en el metabolismo del tejido adiposo depende del momento del día en el que se hace ejercicio.

Otras investigaciones

En la actualidad se están realizando varias investigaciones que intentan averiguar cuál es el momento del día más beneficioso para hacer ejercicio, evaluando los beneficios con un criterio más amplio.

Por ejemplo, en otro estudio los investigadores midieron el impacto del ejercicio realizado en diferentes momentos del día en muestras de sangre y en diversos tejidos, incluidos el cerebro, el corazón, los músculos y el hígado, además de la grasa.

Y el resultado fue un mapa integral de moléculas de señalización que están presentes, en esos diferentes tejidos, como resultado del ejercicio en diferentes momentos del día.

Los investigadores encontraron que el ejercicio durante la fase activa temprana tuvo un fuerte impacto en ciertas vías metabólicas, incluida la glucólisis y la oxidación de lípidos.

El ejercicio en la fase temprana también impactó en la descomposición de los aminoácidos de cadena ramificada, que como la leucina, la Iisoleucina y la valina son considerados útiles para el tratamiento y predicción de algunas enfermedades neurológicas, hepáticas, cardiometabólicas y el cáncer.

Esta información podría usarse potencialmente para desarrollar programas de ejercicio, basados en la hora del día, que mejoren la función metabólica en personas con diabetes tipo 2 u otras enfermedades metabólicas.