Este año hemos sido testigos de un fenómeno que asusta a algunas personas y fascina a otras.
La aparición del ChatGPT y otros modelos de lenguaje de inteligencia artificial (IA) que pueden realizar traducciones, responder consultas sobre los temas más variados, redactar textos literarios en el estilo de grandes escritores, y también artículos científicos.
Esta capacidad, que hasta ahora sólo parecía resultado de una película de ciencia ficción, ha generado cuestionamientos varios.