La actividad física puede ser difícil para las personas con artritis, especialmente el ejercicio de alta intensidad.

Si padeces artritis, el tai chi puede ser una gran opción de ejercicio de bajo impacto que, siendo de origen asiático, se ha popularizado en Occidente.

Qué es el tai chi

El tai chi es una antigua práctica china de artes marciales que implica movimientos suaves y fluidos, meditación y respiración controlada, que ha ganado popularidad como un ejercicio seguro y eficaz para las personas con artritis.

En China se la considera una práctica beneficiosa para la salud y también curativa, y es practicada de manera colectiva por personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos.

Según la medicina tradicional china, las enfermedades son el resultado de la energía (chi) bloqueada en algún centro energético del cuerpo.

Para mejorar el flujo de energía, se recomiendan prácticas de movimientos suaves, como tai chi y qi gong.

El tai chi también puede ayudar a aumentar la fuerza, la coordinación y el equilibrio. Y como los movimientos corporales son acompañados por técnicas respiratorias, puede ayudarte a lograr un estado mental y emocional más tranquilo y armónico.

En particular, el tai chi es popular entre las personas que buscan formas de ejercicio de menor impacto.

Beneficios del tai chi para la artritis

Aquí enumeramos algunos beneficios potenciales del tai chi para las personas con artritis.

Reduce el dolor

En el año 2019, el Colegio Estadounidense de Reumatología y la Fundación para la Artritis recomendaron el tai chi para personas con osteoartritis de rodilla o cadera.

Muchas investigaciones respaldaron esta recomendación.

Una revisión de dieciséis estudios anteriores, realizada en el año 2021, mostró que practicar tai chi condujo a reducciones significativas en el dolor y la rigidez de la osteoartritis junto con mejoras en la función física.

Mejora la fuerza y el equilibrio

A pesar de sus movimientos lentos y de bajo impacto, el tai chi puede ayudar a mejorar la fuerza y el equilibrio.

Los característicos movimientos lentos y controlados implican cambios constantes en la distribución del peso corporal y en la postura. Esto implica un mayor control y conexión mente-cuerpo.

Una revisión de estudios previos, realizada en el año 2021, mostró que el equilibrio postural mejoró significativamente y también mejoró la fuerza de agarre, un predictor de la fuerza y la función general.

Estudios realizados con adultos mayores con osteoartritis de rodilla observó mejoras significativas en el caminar y el control de la postura.

Los investigadores sugirieron que las mejoras en la fuerza y el equilibrio condujeron a estos efectos positivos.

Reduce el estrés y la ansiedad

Las enfermedades crónicas, como la artritis, pueden ser estresantes y provocar ansiedad.

El tai chi implica movimientos físicos lentos combinados con una respiración meditativa y controlada, y una especial concentración de la atención visual, que se ha demostrado que reduce el estrés y los síntomas de ansiedad.

Lo logra regulando el sistema de respuesta al estrés del cuerpo, que incluye el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal.

También activa el sistema de descanso y digestión del cuerpo, llamado sistema nervioso parasimpático.

Un estudio realizado en el año 2018 encontró que el tai chi reduce los síntomas del trastorno depresivo mayor y la ansiedad, aunque las personas no tengan enfermedad osteoarticular.

De manera que, aunque se necesitan más estudios, se considera que el tai chi puede ser un tratamiento complementario para el estrés y la ansiedad.

Es importante destacar que aun las personas que tienen movilidad limitada, dolor, falta de equilibrio u otras limitaciones físicas, pueden beneficiarse con esta práctica, especialmente porque la mayoría de los movimientos se pueden modificar a necesidad.