El pensamiento creativo no es un don especial que sólo algunos privilegiados han recibido.
La capacidad de generar ideas novedosas y atractivas para los demás no es exclusiva de personas súper talentosas.
Los medios de difusión nos muestran a los creativos como personas extravagantes, totalmente diferentes de nosotros, los simples y rutinarios humanos, dedicados a tareas tradicionales.
Pero tú y yo, pensadores convencionales, utilizamos nuestro pensamiento creativo a diario… sólo que no somos concientes de que lo hacemos.