Las huellas dactilares son una impresión visible de las crestas epidérmicas y de los surcos interpapilares de los dedos.
Las huellas dactilares se desarrollan en el feto, entre el segundo y el sexto mes del embarazo.
Si la piel no sufre injurias graves las huellas acompañan a una persona durante toda la vida, sin sufrir modificaciones.
En la actualidad las huellas dactilares son la base del método biométrico más empleado.