Tanto los maestros de escuela como los profesores universitarios están preocupados por la manera en que el ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial (IA) pueden influenciar a los alumnos en la resolución de sus tareas.

Cuando el periódico dirigido por estudiantes de la Universidad de Stanford realizó una encuesta a fines de 2022, el diecisiete por ciento de los estudiantes dijo que había usado ChatGPT en tareas o exámenes, admitiendo que habían enviado escritos del chatbot como propios.

A principios de 2023, las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York prohibieron ChatGPT en sus dispositivos y redes, porque temían que los estudiantes que recurrieran a él no aprendieran habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas.

Prohibiciones similares ya existen en varios países europeos.

Pero estos dispositivos de inteligencia artificial también podrían servir para que la redacción de textos sea mucho más rápida. Y esto podría cambiar la forma en que se enseña y se aprende en instituciones de todo el mundo.

Todo depende de cómo se use la IA

Estas herramientas de la IA pueden ayudar a los estudiantes que tienen dificultades para realizar una redacción correcta y también a quienes trabajan en un segundo idioma, diferente de su idioma nativo.

También puede ayudar a mejorar su escritura y gramática a quienes tienen dificultades en estas áreas, o a explicar un tema que resulta dificultoso de expresar.

Según los expertos, ChatGPT puede ayudar a los educadores a generar planes de lecciones, actividades o evaluaciones personalizados, para abordar las necesidades o metas de estudiantes específicos.

Pero no dejan de tener en consideración que ChatGPT y otras herramientas similares pueden hacer las cosas muy mal, en algunos casos.

Pueden producir artículos y textos llenos de errores conceptuales simplemente porque no están capacitados para extraer datos de las bases de datos, sino que están diseñados para generar textos bien redactados, que mezclan conceptos, sin tener la posibilidad de entenderlos, como sí puede hacerlo un humano.

La mayoría de los datos de capacitación de ChatGPT fueron discontinuados en septiembre de 2021, con lo cual ya están desactualizados, y además el dispositivo no proporciona las fuentes de la información que brinda.

Cómo funciona ChatGPT

ChatGPT no piensa.

Se desarrolló utilizando dos tipos de aprendizaje automático.

El tipo principal es un modelo de lenguaje basado en una red neuronal artificial, inspirada libremente en cómo interactúan las neuronas en el cerebro humano, que encuentra patrones estadísticos en grandes cantidades de datos.

Un modelo de lenguaje aprende a predecir qué palabras vendrán a continuación en una oración o frase, mezclando grandes cantidades de texto.

En 2022, OpenAI agregó un nuevo tipo de aprendizaje automático, llamado aprendizaje de refuerzo con retroalimentación humana, que incluye humanos en el proceso de capacitación.

Las respuestas que gustan a los humanos son recompensadas.

La retroalimentación humana también puede ayudar a reducir las respuestas inapropiadas. Este modelo de lenguaje perfeccionado es el que impulsa al ChatGPT disponible gratuitamente.

Durante el desarrollo de ChatGPT, OpenAI agregó reglas de seguridad adicionales al modelo, que se niega a responder a ciertas indicaciones confidenciales o a proporcionar información dañina.

Aquí surge un nuevo problema, porque no se sabe aún qué códigos de seguridad se utilizan ni la ideología en la que se basaron.

Evidentemente, ChatGPT no es un producto terminado. Y quienes lo utilizan son como conejillos de Indias que están trabajando gratis para mejorar esta herramienta de inteligencia artificial.

IA y el futuro de la educación

Hace unos años, Google fue visto como una amenaza para la educación porque permitía buscar datos al instante.

Entonces los maestros se adaptaron, creando materiales de enseñanza y evaluación que no dependían de la memorización sino de la interpretación de un texto.

Ahora que la IA puede generar textos, es posible que los maestros, una vez más, tengan que repensar cómo enseñan y cómo evalúan.

Por el momento, algunas instituciones educativas evitan el acceso a la IA a los estudiantes.

Enseñar a los estudiantes a escribir, sin la ayuda de la IA, es esencial para que aprendan a organizar sus pensamientos.