Tal vez no lo sepas, pero hay algunos medicamentos, ya sea recetados o de venta libre, que usas habitualmente y que pueden dañar el funcionamiento de los riñones.

El veinte por ciento del daño renal es causado por medicamentos de venta libre, y algunas personas corren mayor riesgo que otras.

Si tienes más de sesenta años, eres hipertenso o padeces alguna afección crónica, como la diabetes, debes consultar con tu médico de cabecera para saber si puedes consumir algunos medicamentos que se expenden sin receta, así como suplementos dietarios o remedios a base de hierbas naturales.

A continuación te presntamos algunos de los más comunes que se deben tener en cuenta.

Antiinflamatorios no esteroideos

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) tratan el dolor y la inflamación. Incluyen aspirina, ibuprofeno y naproxeno.

Estos medicamentos de venta libre, y de los que la mayoría de las personas hace uso y abuso, se encuentran entre los culpables más comunes de la enfermedad renal inducida por fármacos.

Pueden ser seguros en pequeñas cantidades, pero su uso frecuente y a largo plazo puede provocar enfermedad renal crónica.

Los AINE también se encuentran en los medicamentos para la fiebre, el resfriado y la tos, y los problemas para dormir.

Antibióticos y antifúngicos

Los antibióticos, como la penicilina y las cefalosporinas, se administran para combatir infecciones causadas por bacterias.

Si bien en algunos lugares pueden adquirirse sin receta médica, no es lo más frecuente.

Los antibióticos son recetados por los médicos en cantidades controladas, con la intención de que el paciente termine toda la cantidad indicada. Pero hay personas que, por alguna razón, no la terminan y guardan en sus botiquines el sobrante.

Cuando sienten algún síntoma que les recuerda que tuvieron que usar determinado antibiótico suelen recurrir al que sobró, sin hacer consulta alguna.

Esta conducta no sólo puede ser ineficaz sino también peligrosa.

No todas las enfermedades respiratorias, por ejemplo, tienen origen bacteriano; muchas son virales, y en ese caso la ingesta de antibióticos no sólo es inútil sino que perjudica al organismo, porque con el tiempo las bacterias se hacen más resistentes y no reaccionan al medicamento repetido sino que necesitan otro más potente para ser controladas.

Inhibidores de la bomba de protones

Los Inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol y el lansoprazol, ayudan a reducir el ácido estomacal y evitar el reflujo.

En la actualidad se encuentran entre los medicamentos recetados con mayor frecuencia.

Si bien tienen un riesgo general bajo de lesión renal, varias investigaciones han demostrado que el uso a largo plazo y las dosis elevadas sostenidas aumentan la posibilidad de enfermedad renal.

Los riesgos fueron más altos entre las personas de al menos sesenta y cinco años de edad.

El reflujo ácido y las afecciones relacionadas sólo requieren tratamiento a corto plazo con inhibidores de la bomba de protones. Pero el setenta por ciento de los pacientes abusan de estos medicamentos, sin beneficio, y están sujetos a efectos adversos innecesarios.

Medicamentos para la presión arterial

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) son eficaces para controlar la presión arterial y reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y otras enfermedades cardiovasculares.

Los IECA más comunes incluyen el benazepril, el enalapril y el lisinopril.

Los BRA más comunes incluyen el azilsartán, el candesartán y el irbesartán.

No debes dejar de tomar estos medicamentos a menos que tu médico te lo indique pero, si los tomas, debes estar atento a otros medicamentos que pueden ser dañinos para tus riñones (como los AINE) para evitar aumentar el riesgo de lesión renal.

Suplementos

Los suplementos dietarios o naturales también pueden afectar la función renal.

Es necesario que consultes con tu proveedor de atención médica para obtener orientación sobre la mejor manera de tomar suplementos como parte de un plan de salud general.

La mayor preocupación con los suplementos alimentarios y herbales es su interacción con los productos recetados y de venta libre, y su capacidad para causar daño renal.

Por ejemplo, algunos suplementos herbales que se usan para aliviar los síntomas de la artritis y el dolor menstrual, que contiene ácido aristolóquico, han sido relacionados con la lesión renal crónica.

Medicamentos psiquiátricos

Los medicamentos recetados que se usan para tratar afecciones de salud mental también pueden causar problemas renales.

Es el caso de la fluoxetina, que es un antidepresivo comúnmente recetado. Todos hemos oído hablar del Prozac.

El litio y la amitriptilina, dos estabilizadores del estado de ánimo, usados en el tratamiento del trastorno bipolar, también son potencialmente dañinos para los riñones.

Estos medicamentos psiquiátricos pueden causar degradación muscular, lo que lleva a la liberación de mioglobina en el torrente sanguíneo. Dado que los riñones funcionan para filtrar la mioglobina, como resultado se produce daño renal.

Prevención

Para muchas personas, tomar medicamentos para una enfermedad crónica no es una opción.

Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, algunos más significativos que otros; la mayoría de las veces, los beneficios superan los riesgos.

Para evitar el daño renal causado por los medicamentos puedes tomar las siguientes precauciones.

Hacer una lista actualizada de los medicamentos caseros y los suplementos que tomas.

Lleva tu lista a la consulta médica y pregúntale al profesional cómo cada medicamento que tomas podría dañar tus riñones y si tomar un nuevo medicamento podría causar problemas.

Manténte bien hidratado y sigue una dieta reducida en sal, que incluya muchas frutas y verduras, para ayudar a tus riñones a cumplir su función más fácilmente.

Ejercita diariamente para controlar la presión arterial y así reducir los riesgos de lesión renal.