Dormir lo suficiente te ayuda a sentirte mejor física y mentalmente.

Según una reciente investigación, también te permite tener una mayor adherencia al ejercicio y a una dieta saludable.

Resultados de un nuevo estudio relacionado con hábitos de vida saludable

Este estudio siguió, durante un año, a un grupo de adultos obesos mientras se les controlaba la salud del sueño, y la adherencia a un programa de pérdida de peso y actividad física periódica.

Los hallazgos iniciales sugirieron que las personas que tenían un sueño saludable tenían más probabilidades de asistir a sesiones grupales de pérdida de peso, lograr sus objetivos alimentarios y dedicar tiempo a hacer ejercicio.

Pese a que la asociación no fue muy fuerte y no alcanzó el umbral de significación estadística, los expertos señalaron que los resultados eran importantes.

Consideraron que las personas que tienen la disciplina necesaria para mantener una rutina de sueño adecuada, también tendrán disciplina para seguir la dieta que les hayan indicado los profesionales, así como una rutina de ejercicio adecuada a sus necesidades.

Beneficios de un sueño saludable

Los hallazgos preliminares de este reciente estudio se basan en los resultados de muchas investigaciones previas que han vinculado el sueño saludable con otros importantes beneficios.

Como bien destaca la psicología del comportamiento, los cambios en el estilo de vida a menudo se apoyan unos en otros.

Comenzar con una rutina de sueño saludable, con horas constantes de sueño y vigilia, permite a las personas adherir fuertemente a otros comportamientos de salud adicionales.

También hay evidencia de que la falta de sueño puede tener efectos perjudiciales para la salud.

Casi cualquier condición, médica o psiquiátrica, puede empeorar con un sueño de mala calidad.

Un sueño reparador está relacionado con la salud cardiovascular, la función inmunológica, el estado de ánimo, la atención, el funcionamiento hormonal y el nivel de energía, factores que, a su vez, tienen un gran impacto en la pérdida de peso, así como en la forma en que nuestros cuerpos se curan y se recuperan de las actividades diarias y el ejercicio.

Por el contrario, la falta de sueño provoca cansancio y cambios de humor, que pueden afectar negativamente la disposición a hacer ejercicio y a seguir una dieta saludable.

Por lo general, cuando una persona siente cansancio o somnolencia tiende a tomar bebidas estimulantes y a aumentar la ingesta de azúcares y grasas, lo cual no sólo produce un incremento en el peso sino también un deterioro de la salud.

Cómo dormir mejor

A la mayoría de las personas, unos pequeños ajustes en el estilo de vida pueden orientarlas hacia una rutina saludable.

Lo primero es tener en cuenta que la cama es solamente el lugar para dormir. Debes evitar comer, trabajar o ver televisión en la cama.

Trata de acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, inclusive en los fines de semana, si es posible.

Si tienes alguna salida nocturna inevitable, trata de acostarte lo antes posible.

Trata de dormir alrededor de siete u ocho horas diarias, promedio. Hay personas a las que les resultan suficientes seis horas de sueño mientras que otras necesitan diez. Esto también depende de la edad.

Trata de hacer la última comida del día al menos dos horas antes de ir a acostarte. Y en lo posible evita consumir alimentos de difícil digestión o que sabes que te producen hinchazón abdominal o flatulencias.

Evita las bebidas alcohólicas y las que contengan cafeína, incluídas las gaseosas cola, tres horas antes de acostarte.

Al comienzo de la noche trata de realizar actividades relajantes, y que te resulten placenteras. Un baño tibio, una buena lectura, meditación.

Evita la luz azul del televisor y los dispositivos electrónicos.

Al menos dos horas antes de acostarte evita los ejercicios que aumenten tu frecuencia cardíaca.

Tu dormitorio debe ser el lugar más confortable de la casa. Un buen colchón, ausencia de luz y ruidos provenientes del exterior, temperatura agradable.

Recuerda siempre que tu salud se basa en tres pilares fundamentales: alimentación, ejercicio y descanso. Trata de establecer, en torno a los tres, hábitos saludables, y vivirás más y mejor.