La disfunción eréctil es la incapacidad para lograr, o mantener durante un tiempo suficiente, una erección firme que permita completar el acto sexual de manera satisfactoria para ambos integrantes de una pareja.

Tanto la disfunción eréctil como la eyaculación precoz son problemas que afligen a muchos hombres, reduciendo su autoestima y provocando insatisfacción, vergüenza y problemas con la pareja.

Si la falta de erección o la insuficiencia en la duración son poco frecuentes, no deberían ser motivo de preocupación.

Pero si notas que estás experimentado cambios en tu desempeño sexual es conveniente realizar una consulta con algún profesional de la salud especializado para que realice una evaluación y diagnostique la causa posible del cambio en el comportamiento.

Disfunción eréctil y eyaculación prematura

La falta de la capacidad para mantener una erección durante un tiempo estimado como normal, puede tener muchas razones.

Una de esas razones es que estés experimentando eyaculación precoz, que provoca que la eyaculación suceda antes de lo que tú o tu pareja desearían.

Esta situación se diferencia de la disfunción eréctil, que provoca dificultad para tener una erección o para mantenerla el tiempo suficiente para lograr la penetración.

Como puedes ver, son dos condiciones diferentes. En el primer caso se alcanza la penetración pero el hombre logra el clímax muy rápidamente. Por lo tanto, el abordaje terapéutico también es diferente.

Los problemas para lograr o mantener una erección también pueden ser un signo de una afección médica subyacente que necesita tratamiento, y puede constituir un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.

Duración del acto sexual

La duración del acto sexual es muy variable.

Depende de las características personales de cada miembro de la pareja, y es muy difícil estimarla, porque variará según se incluyan o no los juegos sexuales previos, que, por lo demás, son muy importantes para obtener una satisfacción erótica completa, aunque en muchos casos las parejas los pasan por alto.

Científicamente hablando, las investigaciones muestran que, en promedio, el pene tarda alrededor de cinco minutos en ponerse erecto.

El promedio entre el inicio y el final, para el sexo vaginal, es de cinco minutos, con oscilaciones muy variables.

La probabilidad de disfunción eréctil aumenta con la edad, aunque últimamente ha sido observada también en muchas personas jóvenes.

La disfunción eréctil en los jóvenes, a menudo ignorada o subestimada, puede ser un indicador de futuras afecciones cardiovasculares.

Causas de la disfunción eréctil

La excitación sexual masculina es un proceso complejo que involucra a muchos órganos: el cerebro, las hormonas, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos. Y también a las emociones, el estrés y los problemas de salud mental.

Causas físicas

Algunas de las causas físicas más comunes son:

• Enfermedades cardíacas

• Ateroesclerosis

• Colesterol alto

• Presión arterial alta

• Diabetes

• Obesidad

• Enfermedad de Parkinson

• Esclerosis múltiple

• Medicamentos

• Consumo de tabaco

• Consumo excesivo de alcohol

• Testosterona baja

Causas psicológicas

• Depresón

• Ansiedad

• Estrés

• Autoexigencia

• Baja autoestima

• Falta de comunicación con la pareja

Tratamiento

Hay varios medicamentos autorizados que tratan la disfunción eréctil: sildenafil, avanafil, tadalafil y vardenafil.

Estos medicamentos se usan para contrarrestar los síntomas de la disfunción eréctil y ayudar a restaurar el flujo sanguíneo al pene.

Como con todos los medicamentos recetados, pueden conllevar algunos riesgos y efectos secundarios.

Si deseas explorar qué medicamentos para la disfunción eréctil son adecuados para ti, considera reunirte con tu médico para analizar diversas opciones de tratamiento.

También hay suplementos que anuncian una mayor resistencia, erecciones más rígidas y un mayor deseo sexual, pero los datos científicos sobre su eficacia y sus riesgos a menudo son confusos o no existen.