Los investigadores dicen que los diagnósticos del trastorno del espectro autista (TEA) en niños están aumentando, pero es probable que no todos sean diagnosticados adecuadamente.

Considerando que es importante el diagnóstico temprano para lograr una mejor evolución, la demora en el diagnóstico puede ser muy perjudicial.

El autismo no siempre es diagnosticado

Un reciente estudio, realizado en los Estados Unidos, informó que los diagnósticos de trastorno del espectro autista (TEA) se duplicaron en ese país, entre el año 2000 y el 2016, en niños con discapacidad intelectual.

En el mismo lapso los diagnóstico en niños sin discapacidad intelectual casi se quintuplicaron.

Estos nuevos hallazgos contradicen totalmente la vieja concepción que sostenía que los TEA siempre van acompañados por una discapacidad intelectual.

Y, al mismo tiempo, destacan la importancia de la detección temprana de estas patologías.

Los síntomas de TEA se manifiestan tempranamente

Los síntomas del TEA se presentan en la niñez temprana pero, especialmente en ciertos grupos minoritarios y menos favorecidos, suelen no ser detectados.

Por ejemplo, si un niño no mantiene contacto visual con los integrantes de su grupo familiar siendo un bebé, o hasta los dos años, ése es un certero síntoma de TEA.

Además de la falta de reciprocidad emocional esos niños suelen demostrar un rango restringido de intereses y un comportamiento repetitivo.

Juegan siempre con el mismo juguete y de una única forma.

No se interesan por otros objetos que puedan estar disponible en su campo de acción.

Por el contrario, si esa rutina de juego se ve alterada, no reaccionan interesándose por otros objetos, sino que, por el contrario, se angustian mucho.

Cualquier cambio en sus rutinas puede resultar negativo y provocar angustia.

Los problemas de comunicación también son una señal de un posible TEA, de manera que son niños que pueden repetir palabras pero no las usan para comunicarse con los demás miembros de la familia.

Un abordaje diferente del TEA: la detección universal

Los datos de este reciente estudio indican que es probable que los médicos estén mejorando en la identificación del TEA en niños sin otras afecciones.

En las áreas metropolitanas, donde los servicios y los recursos son abundantes, los niños con TEA y sin discapacidad intelectual están siendo atendidos de manera mucho más integral, pero en las áreas menos favorecidas se sigue subestimando el problema.

Los expertos también han manifestado que existe una fuerte correlación entre los diagnósticos de TEA con la raza (blanca) y el nivel socioeconómico, de manera que los niños de comunidades desatendidas probablemente se beneficiarían de una nueva forma de abordar la detección, lo cual significa detección universal, para todos los niños.

Este enfoque para la detección del TEA también ha sido considerado satisfactorio por expertos en educación, no solamente por los profesionales médicos.

Aseguran que la detección universal del autismo sería fundamental para identificar a los niños de manera temprana, muy especialmente a los niños de comunidades desatendidas, quienes serían los más beneficiados.

Las pruebas para detectar el trastorno son relativamente sencillas, y está comprobado que la intervención temprana puede cambiar la trayectoria de vida de un niño, ya sea con problemas de lenguaje o de aprendizaje, provocados por el autismo.