Cómo lograr que el calor del verano te permita seguir activo

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Por lo que ha podido observarse en los países en los que el verano está por concluir, la última temporada ha estado marcada por temperaturas mucho más elevadas que las que conocíamos hasta hace poco tiempo.

Las temperaturas promedio para Europa, de junio a agosto de 2022, superaron los récords de los veranos de 2018 y 2021, años recordados por sus olas de calor extremo.

El calor extremo puede tener un impacto debilitante, tanto en la mente como en el cuerpo... si lo permites.

Proteger el cuerpo de las altísimas temperaturas es literalmente vital, pero la mente también sufre. Y puede ser un enemigo más cuando la temperatura se eleva.

Efectos del calor en el cuerpo y cómo mitigarlos

El calor extremo ejerce un fuerte estrés sobre tu cuerpo, incluidos el aumento de la temperatura corporal central, la deshidratación, la pérdida más rápida de las reservas de energía, la disminución de la resistencia y, en algunos casos, la insolación y la muerte.

Pero sus efectos sobre el rendimiento y la resistencia se pueden mitigar.

En primer lugar es importante tener en cuenta que el calor no afecta por igual a todas las personas.

Es sabido que hay personas que constituyen grupos de riesgo, como los adultos mayores, los bebés y los niños en la primera infancia, las personas con enfermedades cardíacas preexistentes y los que realizan trabajos de gran exigencia física, que deben tomar precauciones especiales.

También es importante evitar salir de casa y hacer actividades físicas durante las horas de mayor insolación, así como mantenerse bien hidratado y consumir alimentos livianos y frescos.

Pero el calor no debería ser un impedimento para que realices una vida normal.

Y todos sabemos que las actividades diarias muchas veces exigen omitir las bienintencionadas normas de cuidado.

Efectos del calor en la mente y cómo controlarlos

Aunque el calor extremo influye más directamente en nuestros cuerpos, también puede tener un impacto significativo en nuestras mentes, agregando injurias psicológicas a los trastornos físicos.

Si permites que el calor, además de a tu cuerpo, lastime a tu mente, te estarás preparando para una experiencia dolorosa y mucho más difícil de tolerar.

Por eso es importante que sepas cómo afecta el calor a tu mente, para poder tener un mayor dominio de la situación.

Considera cuáles son tus percepciones del calor: cómo reaccionas y cómo actúas frente a un calor extremo.

Por ejemplo: ¿piensas que te vas a desmayar en la calle por el calor? ¿O consideras que no podrás completar tu actividad diaria y terminarás en una guardia de hospital?

Si asocias pensamientos negativos con el calor, crearás dudas sobre tu propia capacidad para manejarlo, lo cual producirá un estrés innecesario que impondrá demandas adicionales a tu cuerpo, justamente cuando lo importante es conservar la energía.

En pocas palabras, crearás un círculo vicioso de alarma física, psicológica y emocional que no terminará bien.

Lo que deberías hacer

Para garantizar que tu mente se mantenga fuerte y logre darle a tu cuerpo el impulso que necesita para llegar medianamente bien al final de tu jornada de trabajo, puedes considerar alguna de estas recomendaciones (o todas).

Acepta que el calor existe y no puedes modificar la situación.

Mira a tu alrededor y reconoce que mucha gente está sometida a las mismas temperaturas elevadas que tú. Y sigue andando.

Mantén la calma y busca lugares que te permitan escapar, aunque sea por un ratito, de las altas temperaturas. Camina por la vereda de la sombra. Entra en algún lugar protegido del sol.

Lleva siempre contigo algún medio de hidratación y algún bocadillo que te permita recuperar energía, si pasas varias horas sin alimentarte.

También son de utilidad las bebidas energéticas, pero es necesario ser muy prudente con el consumo. Lo mejor es el agua.

Busca recursos habituales de calma, como puede ser la música, o bien distrae tu mente imaginando alguna actividad placentera, para realizarla cuando termines con tu jornada laboral.

Y muy especialmente, evita hablar del calor, aunque por supuesto todos lo hagan a tu alrededor.

Mientras tu mente permanezca de tu lado podrás superar todos los desafíos que el clima te planteó.

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