La deficiencia de magnesio en sangre, también conocida como hipomagnesemia, es un problema de salud que suele ser poco considerado.

Sin embargo, el magnesio es un nutriente fundamental para la salud, porque participa en muchos procesos indispensables para un buen funcionamiento corporal.

Contribuye en la composición de los dientes y los huesos, regula la función de los músculos y el sistema nervioso, ayuda a formar proteína y regula los niveles de azúcar en sangre y la presión sanguínea.

Si la deficiencia de magnesio es leve o moderada suele no ser diagnosticada adecuadamente, porque los signos y síntomas de deficiencia solamente se manifiestan cuando la deficiencia es prolongada o los niveles descienden severamente.

Es sabido que algunas condiciones de salud están asociadas con la pérdida de magnesio.

Las personas con mayor riesgo de padecer deficiencia de magnesio son los diabéticos, los que padecen síndrome de malabsorción o diarrea crónica, los celíacos, los alcohólicos y quienes están sometidos a tratamientos de quimioterapia.

Síntomas de una probable deficiencia de magnesio

Afortunadamente hay varios síntomas que pueden alertar de una posible carencia de magnesio, de manera que podamos acudir a una consulta con nuestro médico de cabecera para solucionar cualquier probable trastorno ulterior.

A continuación enumeramos algunos de los principales síntomas que pueden ponerte en alerta.

Pero ¡atención! No se trata de que, si sufres alguno de esos síntomas, comiences a consumir suplementos dietarios con magnesio por cuenta propia.

Son síntomas que no se producen exclusivamente por carencia de magnesio, sino que pueden obedecer también a otras causas. Y eso solamente puede definirlo un profesional de la salud.

• Agotamiento y debilidad muscular

• Contracciones y calambres musculares

• Dolores de cabeza

• Retención de líquidos pre-menstrual y/o sensibilidad en las mamas

• Debilidad

• Confusión

• Nerviosismo

• Ritmo cardíaco anormal

• Convulsiones

• Sensación de hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies

• Piel seca

• Apatía y entumecimiento mental

• Alta presión sanguínea

• Asma (por contracción de las vías respiratorias)

Importancia de la alimentación para evitar el déficit de magnesio

Una alimentación libre de productos altamente procesados puede asegurar una adecuada provisión de magnesio. Esto es especialmente importante en la infancia.

La mayor parte del magnesio en la dieta proviene de los vegetales, especialmente de las verduras de hoja verde oscura.

Otros alimentos que son buena fuente de magnesio son:

• Frutas frescas o desecadas

• Frutos secos, como almendras, avellanas o castañas de cajú

• Legumbres y semillas

• Productos derivados de la soja

• Granos enteros, especialmente arroz integral y mijo

• Chocolate con alto porcentaje de cacao

Lo importante es tener en cuenta que todos los alimentos enumerados no sólo son ricos en magnesio sino también en otros nutrientes saludables.

Incluirlos en tu dieta no sólo reduce el riesgo de deficiencia de magnesio, sino que también respalda tu salud en general.