Aborto inducido. De la concepción a la etapa fetal

El aborto inducido es un procedimiento que pone fin al embarazo.

Para que el procedimiento sea seguro y no acarree trastornos posteriores a la mujer que lo sufre debería ser realizado por profesionales de la salud, en instituciones adaptadas para ello.

Lamentablemente en muchos casos las mujeres abortan en situaciones más que precarias y sometidas a las prácticas de curanderos o comadronas que ni siquiera respetan las más elementales normas de higiene.

Con lo cual muchas mujeres quedan inhabilitadas para la probabilidad de un futuro embarazo deseado, o incluso pueden morir.

Cuando en un país se plantea la implementación de una ley de interrupción voluntaria del embarazo surgen discusiones frecuentemente vinculadas con creencias religiosas y morales.

Y la mayor divergencia se centra en la discusión de los siguientes temas: el momento en el que comienza la vida, la presencia de latidos cardíacos, y el sufrimiento fetal.

Todos han sido considerados justificación suficiente para rechazar el aborto.

Pero ninguno tiene un respaldo científico definido.

Cuándo se produce la concepción

Muchos especialistas sostienen que la vida comienza en el momento de la concepción.

Pero cuando un espermatozoide se reúne con un óvulo es el momento de la fertilización.

Un óvulo fertilizado no conduce automáticamente a un embarazo porque no todos los óvulos fertilizados llegan a implantarse en el útero.

Algunos óvulos fertilizados se instalan en las trompas de Falopio y provocan un embarazo fallido, el embarazo ectópico, que puede conducir a la muerte de la gestante.

Además, no todos los óvulos fertilizados que llegan a anidar en el útero encuentran el equilibrio correcto de hormonas que propicien al desarrollo del feto.

De manera que considerar que la vida se inicia en el momento de la concepción es un criterio dudoso.

Los latidos cardíacos

En el primer estudio ecocardiográfico que se realiza a una mujer que se considera embarazada, los ansiosos padres (porque lógicamente es la pareja la que acude a esta primera experiencia) escuchan sonidos rítmicos que se supone indican que el corazón del feto está latiendo.

Pero en realidad, aseguran los especialistas, esos sonidos son creados por la propia máquina de ultrasonido y no por la apertura y cierre de las válvulas moviendo la sangre en las cámaras del corazón… porque esas cámaras aún no se han desarrollado.

Las imágenes muestran el tubo cardíaco primitivo y los sonidos provienen de la actividad eléctrica de sus células, que provoca un aleteo.

El sufrimiento fetal

En la semana décimo primera del embarazo finaliza la etapa embrionaria y comienza la etapa fetal.

A partir de ese momento el desarrollo se acelera y se forman todos los órganos, incluso el cerebro.

Es entonces cuando aparece el sufrimiento fetal como excusa para negar la posibilidad de aborto legal, porque se supone que el feto ya siente dolor.

Pero el sufrimiento no es equiparable con el dolor.

Para que haya sufrimiento el cerebro necesita haber alcanzado un nivel de desarrollo superior al que tiene en la décimo primera semana de embarazo.

Para que haya sufrimiento no es suficiente que haya una respuesta física a una situación dañina.

Las señales de dolor deben llegar a la corteza cerebral a través de conexiones neuronales que no existen hasta aproximadamente la vigésimo quinta semana de embarazo.

Dado que la mayoría de los abortos se producen en el primer trimestre de embarazo, el sufrimiento fetal carecería de valor para ser considerado causa válida de prohibición.

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