La actividad física puede ser difícil para las personas con artrosis, especialmente el ejercicio de alta intensidad.

En tiempos recientes una práctica de movimiento de artes marciales orientales, conocida como tai chi ha ganado popularidad por ser un ejercicio seguro y eficaz para las personas con osteoartritis.

Una práctica milenaria

Pese a que en Occidente el tai chi se ha hecho conocido muy tardíamente y ha tomado especial importancia en años recientes, es un arte marcial que se practica en China desde hace siglos.

Tiene su origen en la medicina China tradicional, que pone especial énfasis en el movimiento corporal que ayuda a que el Chi (energía vital interna) circule fluidamente por todo el cuerpo, produciendo un gran beneficio para la salud al armonizar el funcionamiento de todos los órganos internos y modificar también el estado emocional.

Una de las premisas de la medicina china es que la salud emocional afecta a la salud física y viceversa. Por tanto el Chi, que actúa en nuestro yo material, también lo hace en el emocional y en el espiritual.

Los estudios llevados a cabo en hospitales y universidades chinas, así como numerosos investigaciones, más recientes, realizadas en universidades occidentales, han demostrado la efectividad de las tradicionales terapias orientales.

El tai chi implica una combinación de movimientos y posturas suaves, que pueden ayudar a aumentar la fuerza, la coordinación y el equilibrio.

Además, la respiración controlada es un componente fundamental en la práctica del tai chi, lo que puede permitir a quien lo practica acceder a un estado meditativo de total tranquilidad emocional.

Actualmente el tai chi se ha convertido en una práctica muy aceptada entre las personas que buscan formas de ejercicio de menor impacto.

Beneficios del tai chi para la osteoartritis

El principio fundamental del tai chí es la suavidad.

Los movimientos deben ser lentos, relajados y fluidos, ejecutados con una mínima fuerza.

Los músculos necesarios para un determinado movimiento o postura se tensan, mientras que el resto de los músculos permanece distendido.

La respiración es profunda, relajada y debe fluir de manera natural.

En la práctica del tai chi también es muy importante el entorno.

Por eso generalmente en el mundo occidental suele verse a los grupos que lo practican en plazas y espacios abiertos, arbolados y con abundante vegetación.

A continuación te ofrecemos algunos de los beneficios potenciales del tai chi para las personas con osteoartritis.

Reducción del dolor

En el año 2019 el Colegio de Reumatología y la Fundación para la Artritis de los Estados Unidos recomendaron el tai chi especialmente para personas con osteoartritis de rodilla o cadera.

Y una posterior revisión de estudios, realizada en 2021, mostró que la practica de tai chi condujo a reducciones significativas en el dolor y la rigidez de la osteoartritis, además de mejoras funcionales, especialmente en personas que realizaron una práctica continuada y regular.

Mejoría en la fuerza y el equilibrio

A pesar de sus movimientos lentos y de bajo impacto, el tai chi puede ayudar a mejorar la fuerza y el equilibrio.

Mediante la práctica de cambios lentos y controlados en el desplazamiento del peso corporal y cambios en la postura, facilita un mayor control y refuerza la conexión mente-cuerpo.

Un estudio realizado en 2020, en el que fueron incluidos más de seiscientos adultos mayores con osteoartritis de rodilla, observó mejoras significativas en la función de caminar y en el control de la postura después de la practica continuada durante algunos meses.

Todas esas mejorías, por supuesto, implican una mejor calidad de vida, especialmente en las personas de mayor edad, que son las más propensas a sufrir fracturas por caídas.

Reducción del estrés y la ansiedad

Las enfermedades crónicas, y la osteoartritis lo es, porque no tiene cura al menos por el momento, pueden ser estresantes y provocar ansiedad en muchas personas.

Al combinar movimientos físicos lentos con una respiración meditativa y controlada, el tai chí regula el sistema de respuesta al estrés del cuerpo, que incluye el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal.

También activa el sistema de descanso y digestión del cuerpo, llamado sistema nervioso parasimpático, que regula la desaceleración del ritmo cardíaco, dilata los vasos sanguíneos, aumenta los jugos digestivos y relaja los músculos del aparato digestivo.

Apto para cualquier edad y de bajo impacto

Las personas con enfermedades dolorosas, como la osteoartritis, necesitan ejercicios que ejerzan menos presión sobre los músculos, los huesos y las articulaciones.

Si buscas mantenerte activo y deseas evitar ejercicios de alto impacto, el tai chi puede ser la mejor opción.

Además, al igual que el yoga, los movimientos del tai chi se pueden modificar para personas con diversas condiciones de salud y diferentes niveles de condición física, lo que lo convierte en una excelente opción para la práctica en familia o en grupos mixtos.

De esta manera se incrementan las relaciones vinculares, que se sabe son muy importantes para mantener una buena calidad de vida a cualquier edad, pero especialmente cuando se llega a la madurez y de pronto pueden comenzar a disminuir los contactos sociales.

En China, el tai chi se practica a diario, como una actividad comunitaria, en todos los lugares públicos, y participan niños, jóvenes y adultos de todas las edades.