El actual Dalai Lama, también conocido como Su Santidad Tenzin Gyatso, es el decimocuarto Dalai Lama y ha sido el líder espiritual y político del Tíbet desde 1950.

Nació el 6 de julio de 1935 en el seno de una familia de agricultores, en la región de Amdo (Tíbet) y fue reconocido como la reencarnación del decimotercer Dalai Lama a la edad de dos años.

Es ampliamente conocido por su mensaje de compasión, tolerancia y paz, y ha sido galardonado con numerosos premios y reconocimientos internacionales, incluido el Premio Nobel de la Paz, por su trabajo en la promoción de la paz y los derechos humanos.

También es un autor prolífico y ha escrito varios libros sobre la espiritualidad y la filosofía budista.

En cuanto a la elección del futuro Dalai Lama, es importante destacar que el Dalai Lama actual ha expresado su deseo de que la elección de su sucesor se realice de acuerdo con la tradición tibetana y no sea influenciada por el gobierno chino, que ha intentado en el pasado influir en la elección de los líderes espirituales tibetanos, a partir de la anexión del Tibet, en la década de 1950.

El proceso de elección del Dalai Lama es complejo y se basa en una combinación de visiones divinas y procesos de selección rigurosos.

La reencarnación del Dalai Lama es reconocida por un consejo de monjes y líderes espirituales tibetanos, y luego es confirmada por el gobierno chino.

Sin embargo, el Dalai Lama actual ha afirmado que el gobierno chino no tiene derecho a influir en la elección de su sucesor y ha sugerido que podría haber un sucesor elegido fuera del Tíbet si la situación política no cambia.

En marzo de 2023, seis mil personas se reunieron en Dharamsala, India, para asistir al momento en que el Dalai Lama señaló a un niño pequeño que estaba a su lado, reconociéndolo como la última reencarnación de Khalkha Jetsun Dhampa Rinpoché, el líder de la fe en Mongolia.

El Dalai Lama y el gobierno chino

El Dalai Lama huyó de Tibet en 1959 y estableció un gobierno en el exilio, desde donde sigue siendo venerado por el pueblo tibetano, que ha mantenido su devoción durante los últimos setenta años de gobierno chino.

La sucesión del Dalai Lama se ha convertido en un tema espinoso, a medida que se deteriora su salud, tal como lo atestiguaron sus recientes visitas al hospital por una compresión nerviosa, malestar abdominal y cirugía de vesícula.

Tenzin Gyatso ha hecho recientemente una serie de declaraciones que dificultarían que un décimoquinto Dalai Lama, designado por China, sea visto como legítimo.

Ha propuesto anunciar su próxima reencarnación antes de morir, con lo cual transferiría su realización espiritual a su sucesor.

También ha sugerido que su encarnación podría encontrarse fuera del territorio controlado por China, o que incluso los mismos tibetanos podrían ordenar una elección que exprese si el pueblo desea seguir con una institución que antes daba a un monje el control, tanto espiritual como temporal, del Tíbet.

El Dalai Lama tiene la certeza de que nadie confiaría en la elección del gobierno chino. El pueblo tibetano, como ha dicho, nunca aceptaría a un Dalai Lama designado por China.

Según las crónicas periodísticas, los funcionarios chinos responden con rodeos cuando se les pregunta cómo sería manejada la sucesión.

No obstante hay cierto nivel de preocupación en los círculos oficiales en cuanto al conflicto que la muerte del Dalai Lama puede causar.

El gobierno de Estados Unidos ha expresado su apoyo al Dalai Lama.

En diciembre de 2020, el Senado de los Estados Unidos aprobó la Ley de Apoyo y Política Tibetana, que reconoce la autonomía del pueblo tibetano.

La administración Biden reiteró, en marzo de 2021, que el gobierno chino no debería tener ningún papel en la sucesión del Dalai Lama.