Los hongos alucinógenos pueden ser el próximo tratamiento innovador para la depresión y para ayudar a controlar la adicción al alcohol.

En los primeros días de noviembre de 2022, en Colorado (Estados Unidos), fue aprobada una iniciativa que despenalizó el uso de hongos alucinógenos para personas mayores de veintiún años, posibilitando así la creación de centros de tratamiento regulados por el Estado donde las personas tienen experiencias supervisadas con la psilocibina.

El estado de Oregon (EEUU) ya había aprobado una medida similar en el año 2020.

Esta iniciativa puede sorprender, pero desde hace corto tiempo están surgiendo investigaciones sobre el fármaco y su potencial para ayudar en el tratamiento de la salud mental, incluido el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

En 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) clasificó a la psilocibina como una terapia innovadora, designación que se aplica a los medicamentos que muestran mejoras significativas sobre otros tratamientos en los primeros ensayos, aunque aún no aprobó su uso.

Qué es la psilocibina

La psilocibina es una sustancia alucinogénica que se obtiene de ciertos tipos de hongos oriundos de las regiones tropicales y subtropicales de Sudamérica, Méjico, y los Estados Unidos.

Produce alucinaciones visuales y auditivas, y alteraciones profundas de la conciencia, después de unas cuantas horas de haber sido ingerida, pero es cien veces menos potente que el ácido lisérgico (LSD), sustancia que ya fue utilizada en el siglo pasado con fines terapéuticos.

La investigación ha demostrado que la psilocibina tiene potencial para tratar una variedad de trastornos psiquiátricos y del comportamiento.

Sus indicaciones potenciales incluyen depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, adicción al cigarrillo, adicción al alcohol, adicción a la cocaína, y angustia psicológica relacionada con el cáncer y otras enfermedades terminales.

La terapia con psilocibina relacionada con el cáncer se considera una de las áreas de investigación más prometedoras para el fármaco.

Tratamiento de la depresión

Investigadores de Johns Hopkins Medicine informaron que en un estudio de adultos con depresión mayor, la administración de dos dosis de psilocibina, con psicoterapia de apoyo, produjo grandes y rápidas reducciones de los síntomas depresivos.

La mayoría de los participantes presentaron mejoría, y la mitad de quienes participaron en el estudio presentó remisión a través de las cuatro semanas de seguimiento.

Puesto que la mayor parte de los demás tratamientos contra la depresión tardan semanas o meses en funcionar, y pueden tener efectos indeseables, si estos resultados fuesen sustentados por futuros estudios clínicos controlados con placebo, se produciría un verdadero y muy positivo cambio en el tratamiento de esta patología, que afecta a unos trescientos millones de personas en el mundo.

Cigarrillo y otras adicciones

Recientes investigaciones también comprobaron que la terapia con psilocibina mejoró significativamente la abstinencia de fumar durante un período de seguimiento de doce meses.

Esos investigadores suponen que la droga también puede ser útil para tratar otros trastornos por uso de sustancias, incluida la adicción al alcohol y la cocaína, porque la naturaleza de esos trastornos es provocada por un repertorio mental y conductual reducido.

La psilocibina tendría la capacidad de sacar a las personas adictas de su rutina, brindándole un panorama más amplio y creando una plasticidad mental con la que pueden salir de esos problemas.

Posibles efectos peligrosos

Si bien los resultados obtenidos en estas investigaciones muestran un lado positivo del uso de la psilocibina, todos los expertos señalan que la sustancia puede ser muy peligrosa si se utiliza de manera incorrecta y sin control profesional.

Debe ser administrada en una clínica por médicos especialmente capacitados y certificados, y en un entorno absolutamente controlado.

Por eso se duda acerca de la posibilidad de que la FDA la autorice en lo inmediato.

Jamás debería estar disponible en la calle para ser utilizada de manera individual, ni siquiera con receta.

La psilocibina afecta el sistema cardiovascular y puede provocar un aumento de la presión arterial o latidos cardíacos irregulares.

También tiene el potencial de causar problemas psicológicos graves y permanentes en personas que hayan tenido un episodio de psicosis o manía previo.

Hay casos raros, pero documentados, de personas que saltan a la muerte o se comportan de manera errática, poniendo en peligro su integridad y la de quienes los rodean.