Todos sabemos la importancia que tiene el buen dormir y cómo impacta en el bienestar físico y emocional.

No dormir lo suficiente afecta el metabolismo y conlleva riesgos de padecer obesidad, diabetes y trastornos cognitivos y de carácter.

Pero hasta ahora no se habían realizado muchos estudios que evaluaran la importancia del dormir en los niños y cómo afecta la falta de sueño a la salud de niños sanos.

Un estudio publicado recientemente, demostró que perder tan solo treinta minutos de sueño es perjudicial para los niños, física y mentalmente.

Cómo afecta la falta de sueño a los niños

Los investigadores de este reciente estudio se propusieron estudiar cómo afectaba la falta de sueño a un grupo de niños sanos.

Para eso fueron reclutados cien niños sin problemas de sueño, de entre ocho y doce años de edad.

Se los sometió a semanas alternas de sueño prolongado y sueño restringido, con un descanso intermedio de una semana.

Lo que se modificó durante esta investigación fue la hora de acostarse: una hora más tarde de lo habitual para la etapa de restricción, y una hora antes de lo habitual para la etapa de extensión.

El despertar se realizó siempre a la hora habitual.

Al término de la experiencia se les solicitó a los padres y a los niños que evaluaran la calidad de vida relacionada con la salud en base a varios cuestionarios.

Los investigadores encontraron que la pérdida de sueño, incluso por tan solo una semana, puede disminuir la calidad de vida percibida.

Se observó un impacto negativo significativo tanto en el bienestar físico percibido como en el rendimiento escolar.

La conclusión fue que es importante que los padres tomen muy en serio la cantidad de horas que necesitan y deben dormir sus hijos para mantener su sensación de bienestar y su capacidad para adaptarse al entorno escolar, ejercitar y alimentarse adecuadamente.

Desórdenes del sueño y otros trastornos

Hay varios trastornos que pueden originarse en una falta de sueño.

Según una investigación realizada en España, uno de los trastornos crónicos que más afecta a los niños en la actualidad es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). El porcentaje de niños afectados se incrementa año tras año.

Pero han comprobado que en muchos casos los niños son diagnosticados erróneamente y que lo que padecen es insuficiencia de sueño u otros desórdenes que afectan la calidad del descanso.

Se ha comprobado que si un niño duerme menos horas de las necesarias tiene más dificultades para aprender en la escuela, está más disperso, más irritable y tiene más dificultades para relacionarse con sus compañeros.

Y estas son justamente las principales características del TDAH.

En los Estados Unidos muchas instituciones de enseñanza han comenzado a retrasar en una hora el ingreso de los alumnos a las clases matutinas, obteniendo en consecuencia mejores resultados académicos, y mejorando también la asistencia a clases, la participación en las mismas y la puntualidad.

Ayuda a tus hijos a dormir más y mejor

Para que tus hijos aprendan que el sueño es una prioridad y que un buen descanso les permite sentirse mejor y más activos durante toda la jornada, es fundamental que el sueño sea una prioridad también para ti.

Los niños aprenden más de lo que los mayores hacen, que de lo que se les dice que deben hacer ellos. Enseñamos con el ejemplo.

Si mandas a tu hijo a dormir a cierta hora, y le ordenas que apague la computadora y el celular, pero tú continúas conectado a los dispositivos electrónicos una hora más, la situación se complica, especialmente cuando los niños comienzan a entrar en la adolescencia.

La exposición a la luz azul de los dispositivos electrónicos le indica al cerebro que es hora de estar despierto, de manera que lo más conveniente es apagarlos alrededor de media o una hora antes de acostarse.

También es importante adoptar y mantener una rutina constante a la hora de acostarse, independientemente de la época del año o la ocasión.

Y siempre recordar que las horas de sueño que se pierden en el día no pueden recuperarse al día siguiente.