El catastrofismo es una distorsión cognitiva que lleva a las personas a sacar la peor conclusión posible cuando se enfrentan con una situación difícil o perturbadora, pero no catastrófica.

Es síntoma de muchas condiciones de salud mental y afecta mucho la calidad de vida de quienes lo padecen.

Puede ser un síntoma de anseidad o depresión.

Causas del catastrofismo

No está claro qué causa exactamente el catastrofismo.

Podría ser un mecanismo de afrontamiento aprendido de la familia o el resultado de una experiencia traumática, pero también podría estar relacionado con la química del cerebro.

Las personas que tienen dolor crónico podrían tener alteraciones en el tálamo y la corteza prefrontal así como una hiperactividad en las partes del cerebro que registran el dolor.

Debido a que una persona con dolor crónico está acostumbrada a sentir dolor constantemente, podría llegar a la conclusión de que nunca mejorará, lo cual la llevará a comportamientos que, en lugar de protegerla la conduzca a agravar los síntomas.

Por ejemplo, una persona con dolor articular puede evitar el ejercicio por temor a que su situación empeore, cuando lo adecuado (y lo recomendado por los terapeutas) es practicar alguna actividad física.

Múltiples estudios han demostrado que los pacientes que padecen catastrofismo informan un aumento en la gravedad de su dolor, peores resultados, y la necesidad de usar los servicios de atención médica con más frecuencia.

Las personas que tienen otras afecciones, como depresión y ansiedad, y las personas que a menudo están fatigadas también pueden tener más probabilidades de padecer catastrofismo.

Un estudio de 2018 analizó a dos mil cuatrocientos gemelos y encontró una fuerte asociación genética entre el dolor catastrofizado y la ansiedad. Los investigadores concluyeron que las personas con ansiedad tienen una predisposición genética a desarrollar tendencias catastróficas.

Otro estudio, realizado en el año 2019, encontró que el catastrofismo estaba relacionado con trastornos de depresión en niños y adolescentes, que, al asumir que siempre sucederá lo peor, acumulan sentimientos de desesperanza, que los conducen a la depresión.

A su vez un estudio realizado en 2022, vinculó la fatiga con el catastrofismo, investigando a un grupo de pacientes con fibromialgia, enfermedad que tiene a la fatiga como uno de sus síntomas incapacitantes.

Aquellos pacientes que pensaban que su dolor nunca iba a poder ser superado, padecían más fatiga que quienes eran optimistas en relación con el posible resultado del tratamiento.

Tratamiento para el catastrofismo

Dado que el catastrofismo está estrechamente asociado con las condiciones de salud mental, la terapia cognitivo-conductual es una de las formas más comunes de tratamiento.

Un estudio de 2017 descubrió que este tipo de terapia era eficaz para abordar el catastrofismo en pacientes con fibromialgia y que los ayudaba a controlar mejor su dolor.

La terapia cognitivo-conductual trata de abordar los patrones de pensamiento y comportamiento.

En el caso del catastrofismo, el terapeuta ayuda al paciente a reconocer los pensamientos irracionales y reemplazarlos por pensamientos racionales que pueden conducirlo a realizar, por ejemplo y volviendo al caso ya citado, los ejercicios indicados sin temor, mejorando así su calidad de vida.

Tal como sucede con otros procesos de pensamientos distorsionados, el catastrofismo se incrementa con el aislamiento.

Lo primero que debe hacer cualquier persona cuando no puede controlar sus propios pensamientos perturbadores, es expresarlos, en voz alta, preferiblemente a un ser querido o a un profesional médico.