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No son pocas las veces en que las empresas presionan indebidamente a los empleados para que renuncien. Sin embargo, la renuncia hecha bajo esas condiciones puede llegar a ser declarada nula por un Juez.

Para ser válida, la renuncia debe ser auténticamente voluntaria

El trabajador que ha despachado un telegrama de renuncia pero considera que no lo ha hecho por su propia voluntad, sino por otra causa, debe consultar su caso con un abogado. El abogado podrá asesorarlo en cuanto a la procedencia o no de activar la vía para que su renuncia sea declarada nula: la vía judicial.

Debe tenerse presente que para que la renuncia al empleo sea válida, no alcanza con haber enviado un telegrama de renuncia. Es necesario que el acto sea auténticamente voluntario, en el sentido de ser la expresión de la verdadera voluntad de quien está renunciando. Esto significa que quien renuncia por presiones indebidas o amenazas, puede solicitar del Juez que declare la nulidad de su renuncia.

En la teoría jurídica, un acto es voluntario cuando se lo hace con discernimiento, intención y libertad. Si falta alguno de estos elementos, el acto no es voluntario y no produce sus efectos.

Las causas que hacen que un acto jurídico (como es la renuncia) no sea voluntario, son variadas: la insania, ciertos errores esenciales, la ignorancia, el dolo, la violencia, el fraude, las amenazas, la intimidación.

Así por ejemplo, una renuncia ejecutada bajo amenazas, no es una renuncia válida y podría ser impugnada judicialmente. También muchos tribunales entienden que para que una renuncia sea válida, no debe existir otro vicio de los actos jurídicos llamado "lesión". La lesión se produce cuando una de las partes (en este caso sería la empresa), explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra (sería el empleado), obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación.

Sin embargo, la declaración de nulidad de una renuncia no es un decisión que los tribunales tomen fácilmente. Será necesario aportar pruebas convicentes de la causa que anularía la renuncia. Por eso, cuando el empleado siente haber hecho una renuncia que no fue voluntaria, debe recurrir al asesoramiento de un abogado y plantearle su caso específico. Solamente un abogado, preferentemente especializado en derecho del trabajo, podrá dar una opinión valedera sobre las posibilidades de éxito en un eventual juicio contra la empresa para que se declare que la renuncia no ha sido válida y para que eventualmente se condene a la empresa a pagar las indemnizaciones por despido.

Para dar esta opinión, el abogado deberá analizar los hechos concretos del caso, así como también las probabilidad de acreditar satisfactoriamente a criterio del Juez la nulidad de la renuncia que se invoque. Ciertos actos de las partes, anteriores y posteriores a la renuncia, podrán ser indicativos de que la renuncia es o no es válida. Así por ejemplo, el hecho de que el empleado ya tuviera decidido un nuevo empleo, sugerirá que la renuncia fue voluntaria. En cambio, un historial de hostigamiento y mobbing por parte de la empresa, jugará en favor de la alegación del trabajador de que su renuncia fue nula.

Elementos que podrían hacer presumir que la renuncia no fue voluntaria

Estos son algunos elementos que, junto con otras pruebas, podrían hacer presumir que la renuncia del trabajador no fue expresión de su voluntad.

- El hecho de que el empleador lo haya "acompañado" al Correo a despahcar el telegrama.

- El hecho de que el trabajador se encontrara gravemente enfermo.

- Hostigamiento previo hacia el empleado.

- Amenazas de denunciar penalmente al trabajador.

- El pago de una suma al empleado en concepto de "gratificación" o similar (pero la mera existencia de un acuerdo de pago no alcanza para invalidar la renuncia, razón por la cual, si el operario pretende su anulación deberá alegar y demostrar que el mismo se encontró afectado por vicios de la voluntad).

- Ciertos estados de fragilidad en el empleada - por ejemplo, encontrarse la mujer embarazada -.

Pero es fundamental hacer notar que pueden darse todos los elementos anteriores, y aún así la renuncia ser voluntaria.

¿Qué pasa si la renuncia se considera nula?

Si el trabajador tiene éxito en su reclamo judicial y por lo tanto la renuncia finalmente se considera nula, normalmente se reputará que existió un despido simulado. Esto implicará que el trabajador será acreedor de las indemnizaciones que corresponden en los casos de despido incausado.

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