Según recientes investigaciones, los efectos de un divorcio pueden ser duraderos.
Un divorcio es una crisis de vida. Y sus consecuencias son más impactantes para las parejas que han compartido un largo matrimonio y para aquellos que ya tienen hijos.
La mayoría de las personas sufren síntomas de salud mental después del divorcio, durante uno o dos años.
Si transcurrido ese tiempo una persona sigue experimentado ansiedad o depresión intensas, o no logra adaptarse a su nueva vida, es aconsejable solicitar ayuda profesional.
Efectos físicos del divorcio