Una alternativa a la diálisis para el enfermo renal crónico
Según un estudio muy reciente, las personas con enfermedad renal crónica que recibieron un tratamiento conservador para su afección tuvieron menos hospitalizaciones que las que recibieron diálisis.
Las razones más comunes de hospitalización para los pacientes dializados fueron insuficiencia cardíaca congestiva, problemas respiratorios e hipertensión.
Enfermedad renal crónica
La enfermedad renal crónica es la disminución lenta y progresiva, durante meses o años, de la capacidad de los riñones para filtrar los productos metabólicos de desecho presentes en la sangre.
Es una enfermedad que no tiene cura, pero se puede retrasar la progresión controlando la presión arterial y, en caso de que también coexista con diabetes, controlando el nivel de glucosa en sangre.
Cuando la función renal alcanza menos del quince por ciento de la función renal normal, se diagnostica insuficiencia renal.
Muchas personas no presentan síntomas hasta que la enfermedad está avanzada.
Algunas personas pueden notar signos, como:
Cansancio
Dificultad para concentrarse
Falta de apetito
Trastorno del sueño
Calambres musculares nocturnos
Pies y tobillos hinchados
Hinchazón alrededor de los ojos
Picazón en la piel seca
Necesidad de orinar con más frecuencia
Tratamiento
Para la insuficiencia renal hay tres opciones de tratamiento:
hemodiálisis
diálisis peritoneal
trasplante de riñón
La diálisis tiene muchos beneficiosos, pero también muchos y variados efectos secundarios que pueden incluir problemas de coagulación de la sangre, problemas de la piel, infección, presión arterial baja, calambres musculares, náuseas y deficiencias nutricionales.
Tratamiento conservador
En muchos casos, especialmente en los avanzados, puede ser más satisfactorio un tratamieneto relativamente novedoso.
Se trata del tratamiento conservador que incluye cuidados paliativos y está dirigido a brindarle una mayor calidad de vida a los pacientes, especialmente a los de edad avanzada y a quienes tienen comorbilidades potencialmente mortales, como el cáncer.
El objetivo de la atención conservadora incluye preservar la función renal el mayor tiempo posible mediante medicamentos y dieta.
Incluye también los cuidados paliativos, enfocados en controlar los síntomas y los impactos psicológicos de la enfermedad.
El equipo de manejo conservador incluye un nefrólogo, un médico de atención primaria, una enfermera, un dietista, un farmacéutico, un consejero psicológico y, opcional, un asesor espiritual.
Este tipo de atención involucra directamente al paciente en las decisiones y la planificación anticipada de la atención.
Muchos pacientes que optaron por abandonar el tratamiento con hemodiálisis prolongaron su vida y obtuvieron también una mejor calidad de vida utilizando este tipo de atención, dado que necesitaron menos hospitalizaciones.
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