Un tornado es un fenómeno meteorológico violento y peligroso que se produce cuando una masa de aire frío choca con una masa de aire caliente y húmedo en la atmósfera.

Esta colisión de masas de aire puede provocar la formación de una nube embudo en rotación, que se extiende desde la base de una nube cumulonimbo, que es la nube típica de las tormentas eléctricas, hasta el suelo.

Esta nube embudo es lo que conocemos como tornado.

Cómo se producen los tornados

Los tornados se producen con mayor frecuencia en regiones donde hay una gran cantidad de tormentas eléctricas.

Estas tormentas suelen formarse en primavera y verano, cuando hay una gran cantidad de calor y humedad en el aire.

La formación de un tornado es un proceso complejo que involucra varios factores.

Uno de los principales factores es la presencia de un vórtice de aire en la atmósfera. Este vórtice puede ser producido por la convergencia de vientos en diferentes direcciones, o por la presencia de una zona de cizalladura del viento, donde los vientos cambian de dirección y velocidad con la altura.

Además, para que se produzca un tornado, se necesitan ciertas condiciones atmosféricas. La atmósfera debe ser lo suficientemente inestable para permitir que la convección se forme y la energía potencial se acumule en la atmósfera.

También se necesita una gran cantidad de humedad en el aire para que se forme la nube cumulonimbo y, finalmente, el tornado.

Por qué es difícil predecir tornados

Es difícil predecir tornados porque su formación es el resultado de un proceso complejo y altamente variable en la atmósfera.

Aunque los meteorólogos han desarrollado técnicas para prever la aparición de tormentas eléctricas, todavía no pueden predecir con precisión si una tormenta eléctrica producirá o no un tornado.

El principal desafío para la predicción de tornados es la falta de datos y observaciones precisas sobre las condiciones en la atmósfera que son necesarias para la formación de tornados.

El radar sigue siendo la principal herramienta para determinar cuándo emitir una advertencia de tornado, lo que significa que un tornado es inminente en el área y las personas deben buscar refugio.

La gran mayoría de los tornados violentos se forman a partir de supercélulas, tormentas eléctricas con una corriente ascendente giratoria profunda, llamadas mesociclón.

La cizalladura vertical del viento puede permitir que los niveles medios de la tormenta giren, y la succión ascendente de este mesociclón puede intensificar la rotación dentro del flujo de salida de la tormenta hasta convertirse en un tornado.

Algunas investigaciones sugieren que es más probable que un mesociclón más ancho cree un tornado más fuerte y duradero que otras tormentas.

Importantes avances tecnológicos permitirán una mejor detección

Sin embargo, ha habido importantes avances en la investigación científica sobre la detección temprana de tornados.

Actualmente los meteorólogos utilizan radares Doppler para detectar la rotación de las nubes en la atmósfera y para identificar las áreas que pueden estar a punto de formar tornados.

Estos avances ya han permitido que alrededor del ochenta y siete por ciento de los tornados mortales producidos en los Estados Unidos, entre 2003 y 2017, recibieran una advertencia anterior-

El plazo de entrega de las advertencias también ha mejorado mucho. En general, ahora se producen entre diez a quince minutos antes de que el fenómeno se produzca, o sea que las personas tienen tiempo suficiente para llegar al sótano de sus casas o a un refugio seguro si están afuera.

Además, se están desarrollando nuevas técnicas para mejorar la resolución y precisión de los radares, lo que permitiría una detección más temprana de los tornados y una mejor predicción de su trayectoria.

Otro enfoque prometedor es el uso de drones equipados con sensores para medir las condiciones atmosféricas en tiempo real y proporcionar datos detallados sobre las condiciones en la atmósfera que podrían indicar la formación de tornados.

Los drones también pueden proporcionar imágenes detalladas de los tornados en tiempo real, lo que podría ayudar a los equipos de respuesta a evaluar el impacto y la gravedad de la tormenta.

También se están utilizando computadoras para crear modelos de tormentas y poder comprender cómo se forman y cómo cambia la física dentro de la propia tormenta introduciendo pequeños cambios.