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- Estados Unidos
Si te sientes inquieto, enojado o en un estado pernanente de nerviosismo, sin un motivo real que lo produzca, es probable que estés lidiando con problemas emocionales no abordados.
La agitación y el nerviosismo son estados emocionales que todos experimentamos en algunas ocasiones, provocados por situaciones, palabras o eventos que pueden causarnos alteración emocional.
El nerviosismo, como estado emocional normal, tiene una duración concreta. Finaliza cuando la situación que lo provoca desaparece o es superada (por ejemplo, tras rendir un examen importante).
También se sitúa en el presente, es decir, en la situación que lo provoca.
Y no suele afectar tu desempeño en las tareas habituales.
Pero tal vez su característica fundamental sea que es originado por factores externos.
Pero si experimentas nerviosismo regularmente, sin un motivo desencadenante conocido, tal vez deberías consultar con un médico o un terapeuta que te ayude a determinar la causa y el posible tratamiento.
Las causas comunes de agitación pueden incluir:
estrés laboral
estrés escolar
agotamiento
dolor
presión social
Las condiciones médicas que pueden causar agitación incluyen:
ansiedad o trastornos del estado de ánimo, como depresión o trastorno bipolar
condiciones que causan desequilibrios hormonales, como el hipotiroidismo o la perimenopausia
dependencia o abstinencia del alcohol
dependencia o abstinencia de drogas psicoactivas
autismo
trastornos neurológicos
Si una condición de salud mental o física subyacente puede estar afectando negativamente tu estado de ánimo, un médico puede ayudarte a identificar la causa y, en caso de que lo considere necesario, indicarte un tratamiento.
Para realizar un diagnóstico, es probable que el profesional pregunte sobre tu historial médico y estilo de vida, junto con otros síntomas que puedas estar experimentando.
En caso de que sospeche un problema de salud mental preexistente, es probable que solicite una evaluación por parte de un profesional especializado.
Si se supone una patología física preexistente, el médico puede ordenar estudios de laboratorio, o estudios de imágenes del cerebro.
El plan de tratamiento recomendado por el médico dependerá de la causa de tu nerviosismo.
Estrés crónico
Para aliviar la agitación causada por el estrés crónico, tu médico puede recomendar una variedad de técnicas de relajación, que incluyen:
ejercicio regular
caminatas conscientes
baile
ejercicios de respiración profunda
yoga
tai chi
prácticas de meditación
La respiración profunda y la meditación pueden ayudar a restaurar la sensación de calma.
Hacer ejercicio y participar en actividades placenteras también puede reducir el estrés.
En muchos casos, una vez que se identifican las causas de estrés, un terapeuta puede indicarte la mejor forma de limitar tu contacto con esas causas desencadenantes de inquietud.
Si esas técnicas alternativas no te dan resultado, tal vez te recomienden algún tipo de terapia psicológica.
Condiciones de salud mental
Si te diagnostican un trastorno de ansiedad o del estado de ánimo, el médico puede recomendarte medicamentos, terapia de conversación o una combinación de ambos para tratarlo.
Durante una sesión de terapia típica, expondrás tus síntomas y aprenderás estrategias para hacer frente a la situación.
Desequilibrios hormonales
Si la causa de tu nerviosismo es un desequilibrio hormonal, tu médico podrá indicarte una terapia de reemplazo hormonal u otros medicamentos para tratarlo.
También pueden derivarte a un especialista en endocrinología.
El pronóstico dependerá de la causa subyacente de la agitación y de los pasos para tratarla.
En muchos casos, tomar medidas para reducir el estrés puede aliviar la agitación.
En otros casos, es posible que debas tomar medicamentos o someterte a otros tratamientos de forma temporal o continua.
En la consulta puedes exigirle al profesional tratante toda la información posible sobre tu condición específica, las opciones de tratamiento y las perspectivas a corto y largo plazo.
Así tendrás la posibilidad de consultar a otro profesional, en el caso de que los resultados del tratamiento indicado no te ayuden a lograr una mejor calidad de vida.
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