El olor corporal es un aspecto natural y normal de la fisiología humana.

Cada persona tiene un olor característico, determinado por factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.

Sin embargo, en algunos casos, es posible que las personas experimenten un cambio en su olor corporal, lo que puede ser desconcertante e incluso preocupante, especialmente en el caso de que se trate de olores desagradables.

Un cambio repentino en el olor corporal generalmente ocurre en un área específica del cuerpo. Las áreas comunes incluyen:

• genitales

• axilas

• pies

• boca y garganta

• ombligo

Sin relación con el área afectada, el olor puede variar. Puede ser asqueroso, picante, a pescado, agrio, amargo o incluso dulce.

Causas posibles de cambios

A continuación, se mencionan algunas de las causas que pueden motivar un cambio en el olor corporal en las personas.

Higiene personal deficiente

Una higiene personal inadecuada puede ser una causa común de cambios en el olor corporal.

La falta de limpieza regular puede permitir la acumulación de bacterias y sudor en la piel, lo que puede generar olores desagradables.

El uso insuficiente de jabón, el no lavarse adecuadamente las axilas, los pies o los genitales, y no cambiar la ropa interior regularmente pueden contribuir al problema.

Alimentación

La dieta juega un papel importante en la producción de olores corporales.

Algunos alimentos, como el ajo, la cebolla, las especias fuertes y ciertos tipos de alimentos procesados, contienen compuestos volátiles que pueden ser eliminados a través de la transpiración, dando lugar a un cambio en el olor corporal.

Varios de esos alimentos pueden producir halitosis, o sea un olor desagradable en el aliento.

Una dieta desequilibrada o rica en grasas saturadas y azúcares puede afectar la composición química del sudor y contribuir a olores desagradables.

Algunas investigaciones han encontrado que los hombres que siguen una dieta saludable, rica en frutas y verduras, tienen un sudor con mejor olor, sin importar cuánto suden.

Otra investigación sugirió que un alto consumo de carne puede tener un efecto negativo sobre el olor corporal, en comparación con una dieta basada en plantas.

El tabaquismo también puede alterar el olor corporal y producir mal aliento.

Cambios hormonales

Los cambios hormonales en el cuerpo pueden afectar el olor corporal.

Durante la pubertad, por ejemplo, las glándulas sudoríparas se vuelven más activas y pueden producir un olor más intenso.

Asimismo, en las mujeres, los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia pueden influir en los olores corporales.

Algunas investigaciones han encontrado que las mujeres con alta fertilidad dentro de su ciclo menstrual, emiten un aroma diferente, percibido como más atractivo para los hombres, que aquellas con baja fertilidad.

Estrés

El estrés y la ansiedad ocasionalmente pueden producir mayor sudoración (hiperhidrosis), y que el sudor tenga un olor más fuerte.

Según una investigación de 2016, la hiperhidrosis y el estrés están conectados.

Muchas personas que desarrollan esta condición experimentan estrés, especialmente si el exceso de sudoración afecta su autoestima o confianza.

La hiperhidrosis a menudo se diagnostica en personas con problemas de salud mental, como la ansiedad social, lo que puede influir en su aparición.

Condiciones médicas

Algunas condiciones médicas pueden estar asociadas con cambios en el olor corporal.

La trimetilaminuria, también conocida como síndrome del olor a pescado, es un trastorno genético en el que el cuerpo no puede descomponer completamente una sustancia llamada trimetilamina, lo que provoca un olor característico.

Además, ciertas infecciones bacterianas, fúngicas o virales pueden causar cambios en el olor corporal, así como problemas metabólicos como la diabetes no controlada.

Si el cambio de olor se debe a una infección, el olor también puede ir acompañado de: enrojecimiento, erupción, picor, supuración, secreción o decoloración.

La diabetes mellitus es una condición que se produce cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no puede usar de manera efectiva lo que produce, y conduce a niveles altos de azúcar en la sangre.

Si los niveles de azúcar en la sangre aumentan mucho, puede ocurrir una complicación llamada cetoacidosis diabética, en la cual las cetonas se acumulan en el cuerpo hasta niveles peligrosos y se secretan en la sangre y la orina.

Además, la cetoacidosis diabética hace que el aliento tenga un olor afrutado.

Medicamentos y suplementos

Algunos medicamentos y suplementos pueden alterar el olor corporal como efecto secundario.

Por ejemplo, algunos antibióticos, antidepresivos, antipsicóticos y medicamentos para tratar enfermedades cardiovasculares pueden influir en el olor corporal.

También hay informes anecdóticos que sugieren que ciertos suplementos dietéticos, como la colina o el zinc, pueden alterar el olor corporal.