Consumo de alcohol en adolescentes causaría depresión en la edad adulta

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La afición a las bebidas alcohólicas en la adolescencia y su relación con la aparición de depresión en la edad adulta es un tema de preocupación en la salud pública.

La adolescencia es un período de transición crucial en el desarrollo, y el consumo de alcohol durante esta etapa puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar a largo plazo.

Los adolescentes que beben alcohol corren el riesgo de desarrollar una serie de problemas físicos, emocionales y sociales, incluida una mayor probabilidad de experimentar depresión en la edad adulta.

Vínculos entre consumo adolescente y depresión en el adulto

Varios estudios han encontrado una asociación entre el consumo de alcohol en la adolescencia y un mayor riesgo de depresión en la edad adulta. Aunque la relación entre ambas no es necesariamente de causa y efecto, existen factores que podrían explicar esta conexión.

A continuación, enumeramos algunas razones posibles.

Vulnerabilidad cerebral

El cerebro adolescente está en desarrollo y es más susceptible a los efectos del alcohol.

El consumo temprano y excesivo de alcohol puede alterar el desarrollo normal del cerebro y aumentar la vulnerabilidad a la depresión y otros trastornos mentales.

Influencia social

Los adolescentes que beben, a menudo se involucran en un entorno social en el que el consumo de alcohol es común.

Estos entornos pueden estar asociados con situaciones estresantes, falta de apoyo social y presión de grupo, lo que puede contribuir al desarrollo de la depresión en la edad adulta.

Automedicación

Algunos adolescentes pueden recurrir al alcohol como una forma de afrontar el estrés, la ansiedad o la depresión subyacente.

Sin embargo, el consumo de alcohol para aliviar problemas emocionales puede empeorar la situación a largo plazo, ya que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central.

Otros factores de riesgo

El consumo de alcohol en la adolescencia a menudo se asocia con otros comportamientos de riesgo, como el consumo de drogas ilícitas, el tabaquismo y una mayor probabilidad de involucrarse en conductas impulsivas.

Estos factores también se han relacionado con un mayor riesgo de depresión en la edad adulta.

Es importante destacar que no todos los adolescentes que consumen alcohol desarrollarán depresión en la edad adulta, y no todas las personas con depresión tienen antecedentes de consumo de alcohol en la adolescencia.

La relación entre ambos procesos es compleja y puede estar influenciada por una variedad de factores genéticos, ambientales y psicosociales.

Resultados de un estudio reciente

Según un reciente estudio, los adolescentes con signos de dependencia del alcohol tienen más probabilidades de sufrir depresión al llegar a los veinte años.

La investigación, que involucró a tres mil novecientos participantes, examinó la correlación entre el consumo de alcohol y la dependencia, a los dieciocho años, y la depresión a los veinticuatro años.

Encontró que los dependientes del alcohol a los dieciocho años tenían más probabilidades de estar deprimidos a los veinticuatro años que sus compañeros.

Curiosamente, los altos niveles de consumo de alcohol por sí solos, sin signos de dependencia, no aumentaron el riesgo de depresión.

Los investigadores destacaron que los patrones problemáticos de consumo de alcohol podrían ser una señal de advertencia de futuros problemas de salud mental, por lo que ayudar a los jóvenes a evitar el consumo problemático podría tener beneficios a largo plazo para su salud mental.

Los signos de dependencia del alcohol incluyeron la incapacidad para dejar de beber, el incumplimiento de las expectativas normales provocados por la bebida, y la sensación de necesidad de beber después de una sesión intensa, así como efectos nocivos como la pérdida de memoria relacionada con la bebida.

Según los resultados de esta investigación, los participantes con una puntuación de cero en la escala de dependencia del alcohol a los dieciocho años, presentaron un once por ciento de probabilidad de depresión a los veinticuatro años, en comparación con el quince por ciento de aquellos con una puntuación de uno en la escala.

La relación se mantuvo después de que se ajustaron los posibles factores de confusión, como el uso de sustancias y los síntomas depresivos a los dieciseis años, lo que sugiere que puede haber una relación causal entre la dependencia del alcohol y la depresión posterior que no se explica por una mala salud mental general en la adolescencia.

Los investigadores encontraron que los niveles de consumo por sí solos no estaban asociados con un mayor riesgo de depresión, lo que dicen que puede deberse en parte al hecho de que beber en la adolescencia tardía a menudo está relacionado con el contacto social y refleja las normas sociales.

Los hallazgos de este nuevo estudio refuerzan la importancia de proteger a los jóvenes del daño del alcohol, a través de la intervención temprana y la financiación adecuada de los servicios de adicciones para jóvenes, de modo que el apoyo y el tratamiento adecuados estén disponibles para todos los que lo necesiten.

Los hallazgos se alinean con los resultados de otro estudio reciente, en adultos, que encontró que el uso problemático de alcohol, pero no el nivel de consumo, se asocia con mayores probabilidades de intento de suicidio o autolesión.

La educación sobre los riesgos asociados con el consumo de alcohol, la promoción de estilos de vida saludables y la creación de entornos de apoyo y protección pueden desempeñar un papel crucial en la prevención.

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