Cómo resetear tu mente luego de un día agotador

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Resetear tu cerebro luego de una jornada estresante, o cuando te sientes atascado en un trabajo y no sabes cómo continua,r puede ayudarte a eliminar la acumulación de pensamientos inútiles y continuar con un espacio mental más ordenado.

Así como reinicias tu ordenador cuando se pone lento, puedes reordenar tu cerebro librándolo de pensamientos innecesarios y perturbadores que te están haciendo sentir confuso y abrumado.

A continuación te sugerimos algunas prácticas que pueden ayudarte a zanjar la situación.

Practica la atención plena

Entrenarte para ser más consciente puede brindarte un gran beneficio.

Puede ayudarte a mantenerte presente y concentrado en lo que debes hacer en el momento, sin que aparezcan pensamientos intrusivos, como puede ser la cantidad de tareas que aún te están esperando o qué debes comprar en la tienda de alimentos cuando vuelvas a casa.

Aprender a dirigir conscientemente tu atención a una tarea por vez puede ayudarte a postergar otros pensamientos que pueden estar reclamando tu atención en un momento en el que no tienes posibilidad de resolverlos.

Aquí puede ser muy útil la práctica de la meditación de atención plena, que te enseña a reconocer los pensamientos que te distraen y dejarlos ir.

Es normal que al principio vuelvan a aparecer esos pensamientos intrusivos, pero si te ejercitas lo suficiente lograrás controlar su aparición reconociéndolos, dejándolos ir, y volviendo a lo que debe centrar tu atención.

Escucha música

Si disfrutas escuchando música, y tienes la oportunidad de hacerlo en el momento en el que necesitas resetear tu mente, recuerda que la música ofrece más que una experiencia auditiva placentera.

Puede ayudar a aliviar el estrés y mejorar el estado de ánimo, mejorar la concentración y la memoria, motivar el aprendizaje y promover la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para adaptarse a las situaciones más diversas.

Si escuchas música con regularidad, es posible que ya hayas notado que hace que sea más fácil mantener tu atención en las tareas y completarlas con éxito.

Tal vez incluso tengas algunas canciones selectas que te ayuden a refrescarte entre tareas y cambiar el enfoque, o una lista de reproducción que te brinde una sensación de calma cuando estás ansioso.

Trata de dormir lo suficiente

Una buena noche de sueño puede refrescarte cuando te sientes físicamente cansado, pero lo más importante es que también puede protegerte contra la fatiga mental y la angustia emocional.

El sueño insuficiente o deficiente puede interferir con tu capacidad para resolver problemas y tomar decisiones, y es posible que también te resulte más difícil recordar información importante o regular tus emociones.

Sentirte demasiado cansado puede conducir a un agobio mental, lo que hace que sea más difícil separarte de los pensamientos intrusivos y concentrarte en lo que necesitas hacer.

Para que tu cerebro tenga un rendimiento óptimo durante el día, intenta dormir entre siete y nueve horas cada noche, en lo posible sin interrupciones.

Para muchas personas también puede ser muy útil tomar una siesta breve, generalmente luego del almuerzo, para hacer un corte en la jornada de trabajo, pero no a todos les da el mismo resultado.

Si te sirve hacerlo, trata de que no se extienda más allá de treinta minutos.

Camina

Durante la jornada laboral, cambiar el entorno y salir a caminar ofrece una gran oportunidad para despejar la mente y reenfocarse.

La mejora de la creatividad es sólo uno de los beneficios de una buena caminata.

Caminar también ayuda a promover ideas que fluyan más libremente, por lo que una caminata diaria regular puede ayudarte a resetearte cuando los pensamientos intrusivos vuelvan a aparecer para distraerte.

Para mejorar la salud general del cerebro y reducir el estrés, intenta agregar una caminata rápida o cualquier otro ejercicio a tu rutina habitual.

Mantén tu espacio ordenado

Como saben los procrastinadores de todo el mundo, una intensa sesión de limpieza ofrece el escape perfecto de una tarea difícil o desagradable.

Sin embargo, puede haber más en este enfoque particular que simplemente posponer el trabajo.

Considera tus razones para posponer una tarea o para que te resulte dificultoso iniciarla: tal vez te sientas estancado, o no estés seguro de por dónde empezar.

Aunque no te des cuenta, el espacio que te rodea puede tener un gran impacto en tu confusión mental.

Si tu cerebro se siente tan desordenado como tu escritorio, es posible que tenga problemas para concentrarse o captar las ideas que está buscando.

Como resultado, termina encontrando formas de distraerse por su falta de productividad.

Poner en orden el área de trabajo puede ayudar a tu agobiado cerebro a refrescar su proceso de pensamiento.

Pero si dedicas el tiempo a ordenar tu lugar de trabajo cuando debes terminar una tarea en un lapso breve, ya predeterminado, es difícil que puedas evitar el agobio mental.

Lo más adecuado, aunque tal vez no te resulte lo más placentero, es hacer un esfuerzo regular para mantener el orden en tu espacio laboral, con lo cual lograrás mejorar la función cognitiva y el flujo de trabajo.

Busca apoyo terapéutico

Si sientes que no puedes salir de la niebla mental por tu cuenta, un profesional puede ofrecerte un apoyo adicional.

Un terapeuta puede ayudarte a:

  • explorar las razones detrás de tus dificultades de concentración

  • identificar y abordar patrones de pensamiento adecuados para tu situación

  • enseñarte habilidades y técnicas de afrontamiento para refrescar tu mente

  • reconocer posibles síntomas de salud mental subyacentes

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