La edad de mayor frecuencia de consumo de cannabis (marihuana) coincide con la edad reproductiva.

Los cannabinoides tienen características cinéticas y mecanismos de acción que suponen riesgo de exposición fetal y en la lactancia.

Una reciente investigación de la Universidad de Washington concluyo que los hijos de madres que continuaron fumando cannabis una vez que supieron que estaban embarazadas tenían más probabilidades de presentar síntomas de problemas de salud mental, lo que puede contribuir a condiciones como la ansiedad y la depresión.

Estos síntomas pueden persistir durante la adolescencia, un período realmente crítico para el desarrollo del cerebro.

Años atrás se creía que este proceso de desarrollo cerebral terminaba en la infancia, pero en la actualidad sabemos que el cerebro continúa siendo moldeado por las experiencias, y a una velocidad aún mayor, durante la adolescencia.

Ahora se sabe que la adolescencia es una época de maduración en la cual las funciones que se iniciaron en la infancia, se completan y fijan, y se activan conexiones que hasta el momento no eran utilizadas.

Y también sucede que es en la adolescencia cuando se manifiestan más tangiblemente la vulnerabilidades que ya existían en el cerebro del niño.

Cómo afecta el cannabis en la etapa fetal

En un estudio realizado en el año 2020 los investigadores propusieron que los receptores endocannabinoides tipo 1, críticos en el desarrollo del cerebro fetal, y que se desarrollan entre la quinta y la sexta semana del embarazo, se ven afectados negativamente por el THC (el principal componente psicoactivo del cannabis).

Luego, hasta la semana ocho, el sistema nervioso central comienza a desarrollar sus vesículas, precursoras de las diversas estructuras del cerebro.

Por esa razón ya se había observado que los hijos de las madres que dejaron de fumar marihuana cuando se enteraron de que estaban embarazadas no presentaban transtornos cognitivos, cosa que sí ocurría en hijos de madres que habían continuado el consumo durante todo el embarazo.

Un estudio de 2008 señaló que los niños expuestos al cannabis tenían niveles más bajos de inteligencia y memoria.

Y otro estudio realizado en el año 2011 detectó problemas de atención y comportamiento en bebés de hasta 18 meses de edad.

Otros posibles perjuicios

Pero el riesgo del consumo de cannabis en el embarazo no sólo incluye alteraciones en el desarrollo cerebral sino también otros posibles trastornos.

Si bien no es definitivo, se ha sugerido que el consumo de cannabis puede dificultar la disponibilidad de nutrientes y oxígeno para el feto en desarrollo, por afectar el suministro de sangre a la placenta.

Lo cual explicaría el nacimiento de bebes con menor talla y bajo peso que lo que correspondería al tiempo de gestacion.

En algunos países, como los Estados Unidos, las estadísticas indican que el consumo de cannabis durante el embarazo está en aumento, porque muchas mujeres lo utilizan para aliviar algunos síntomas relacionados con el embarazo. Pero las cifras no son preocupantes.

En la actualidad se están realizando investigaciones de seguimiento de bebés y niños cuyas madres consumieron durante el embarazo, y se proyecta seguirlos hasta la adolescencia.

En conclusión

Los efectos asociados con el consumo de marihuana en el embarazo no son concluyentes, pero hay creciente evidencia de su asociación con alteraciones en el nacimiento, como bajo peso y daños en el neurodesarrollo que impactan en el niño y se mantienen en la infancia tardía y la adolescencia.

Razon por la cual es aconsejable no fumar marihuana cuando se ha confirmado el embarazo y tampoco hacerlo en el período de lactancia.